Rodrigo Rivera Rodón

Nieto de Doña Mercedes, una bruja muy querida por la eficacia de sus remedios. Ella era de las pocas capaces de utilizar el Colmillo Rojo (Carmillum Sanguis) una planta de grandes propiedades, cuyos hechizos requerían de un contenedor especial según el favor solicitado. Para que el conjuro surtiera efecto, había que quemar dicho contenedor bajo la luna llena, dentro de un círculo de sal y canela. Para ayudarla, Mino aprendió desde niño a tejer, tallar madera, hacer figuras de barro y cartón para dar forma al deseo de los clientes. Esposos abrazados, hijos que volvían, animales que se curaban y cosechas que se lograban eran las peticiones más recurrentes.

Doña Mercedes murió y sus secretos con ella, Mino intentó continuar la tradición, pero el Colmillo Rojo no le concedió permiso para usarlo. Eso le trajo serias desavenencias con el pueblo, al punto de verse obligado a abandonarlo. Huyó a la CDMX, donde estudió diseño gráfico y se aficionó a contar mentiras gordas... como la anterior.