Jorge Mendiola Monterrubio
La artesanía surge de la destreza manual, del entrenamiento y de la experiencia; del compromiso personal, y también del juicio. Todo Técnico Artesano mantiene un diálogo entre unas prácticas concretas y el pensamiento; este diálogo evoluciona hasta convertirse en hábitos, los que establecen a su vez un ritmo entre la solución y el descubrimiento de problemas. La práctica de un oficio implica la imaginación con la mano; todo ejercicio magistral del oficio proyecta determinada intencionalidad y una visión imaginada del trabajo acabado.
El Técnico Artesano necesita desarrollar relaciones específicas entre el pensamiento y la creación, entre la idea y la ejecución, la acción y la materia, el aprendizaje y la ejecución, la identidad propia y la obra, y entre el orgullo y la humildad. El Técnico Artesano incorpora la herramienta o el instrumento, interioriza la naturaleza del material y la convierte en su propio producto, bien sea material o inmaterial.