Por medio de esta exposición, la profesora Vania Moysén nos muestra cómo es que la obra de su padre Juan Moysén (1933 - 1992) ha inspirado su carrera artística y artesanal en un espacio que nos permite explorar la convivencia del talento de dos generaciones.
Vania Moysén Fabián
1967
Artesana, pintora, maestra, diseñadora, a muy temprana edad se ve inmersa en el mundo de las artes plásticas ya que su padre, Juan Moysén Morales, fue un reconocido acuarelista, y esto promueve en Vania Moysén el interés por el dibujo y la pintura. Indudablemente la influencia que le deja su padre, Juan Moysén, la inserta desde muy pequeña, en dos mundos que han formado parte esencial en su vida, el arte y la docencia.
Es licenciada en Diseño Gráfico, por la UNAM, y posteriormente realiza estudios de Joyería y orfebrería en la Escuela de Artesanías del INBA.
En su paso por la Escuela de Artesanías, obtiene su formación como artesana en joyería y orfebrería y posteriormente en 1999 se incorpora como docente en esta escuela. Desde entonces y hasta este 2022, imparte diversas asignaturas. Ha impartido clases en las áreas artística, metodológica y técnica. Poder mantenerse activa en la Escuela de Artesanías le permite una importante retroalimentación con sus estudiantes, con docentes y con los múltiples acontecimientos del gremio artesanal que convergen en este espacio de enseñanza - aprendizaje.
Pero su acercamiento a las bellas artes no se limita al ámbito de las artes plásticas, porque en su primera infancia se acerca al estudio de la danza clásica y muy joven descubre otra gran pasión que le hace emprender el largo y arduo camino en los estudios para formarse como bailarina ejecutante en danza clásica, estudios que llevó a cabo en la Academia de Balé de Coyoacán, reconocida escuela a nivel nacional, dirigida por la prestigiosa maestra Ana del Castillo Negrete.
Paralelamente a los estudios de bailarina ejecutante, realiza también estudios de metodología en la enseñanza de la danza clásica.
Así, en el año 1989 de incorpora como bailarina al Ballet de la Ciudad de México y en el año de 1992 forma parte del Taller Coreográfico de la UNAM.
Desde el año 1992 inicia su trayectoria como maestra de ballet en la Academia de Balé de Coyoacán. Ahí permaneció como maestra hasta el año de 1999, año en que esta prestigiosa Academia de Balé cierra sus puertas, pero este hecho da oportunidad a la maestra Vania Moysén a continuar la labor de la maestra Ana Castillo, fundando en 1999 la segunda Academia de Ballet de Coyoacán, para darle continuidad a la labor educativa que le legó su querida maestra Ana Castillo.
Hasta la fecha es fundadora y directora de la actual Academia de Ballet de Coyoacán.
En este 2022 está cumpliendo, la maestra Vania, 40 años ininterrumpidos de ejercer la docencia en la enseñanza del ballet clásico.
Juan Moysén Morales
1933 - 1992
Nació en noviembre de 1933 en San Rafael, Estado de México. Este pueblo situado en las faldas del Iztlaccihuatl, es lluvioso y frío. Sus neblinas de amanecer dejan lugar a una atmósfera brillante y transparente a medida que avanza el día. Estas condiciones influyeron ciertamente en la dedicación de Moysén a la acuarela, técnica difícil, pero maravillosa. Desde la infancia mostró interés por expresarse gráficamente y eso lo fue haciendo posible desde los primeros años de escuela.
Los primeros estudios formales de dibujo los realizó en la Escuela Nacional Preparatoria bajo la dirección del Maestro Armando García Núñez; posteriormente, en la Escuela Nacional de Arquitectura, inició sus primeras disciplinas en el aprendizaje de la técnica a la acuarela. Llevar a cabo estos y otros estudios a nivel profesional fue con la intención de adquirir una base sólida que le permitiera entrar de manera definitiva en el estudio de la artes plásticas.
En la etapa de su formación profesional tomó clases con el Maestro Edgardo Coghlan. En los años de 1964 y de 1965 obtuvo, consecutivamente, el premio Ignacio Beteta (segundo y primer lugar) del certamen promovido por el Instituto de Artes de México.
Más tarde, por espacio de doce años, se dedicó a la docencia y enseñó los fundamentos del dibujo, técnica a la acuarela y composición, dentro de la carrera Técnico en Diseño Decorativo del Centro de Estudios Tecnológicos No. 55, escuela dependiente de la SEP.
Llevó a cabo exposiciones privadas y muestras en el Molino de Santo Domingo, Tacubaya, D.F, en la Escuela de Arte Rembrandt, Col. Nápoles, en los años 1979 y 1980 respectivamente. En el Colegio de Contadores Públicos de México, A.C en 1982. En la sala de exposiciones de la Torre Domecq mostró su trabajo en 1985.
Difícil es dominar cualquier técnica que se proyecta a una realización, a un objetivo, ya sea la construcción de un rascacielos o el logro de un soneto; pero si eso es superable aun por los perseverantes, el penetrar al espíritu humano y del paisaje a través del agua que es pureza, transparencia y determinación para incursionar por un camino transitable; es necesario creer dentro de la lógica más ortodoxa y exigente, que el maestro Juan Moysén logró plasmar transparentes sus objetivos visuales en una retina emocional que resumió el mundo que le rodeaba; que le rodeaba con todos sus perfumes, sus colores, sus angustias y carencias que fueron el motivo esencial de sus obras, de algún modo antropológicas, que los ojos no iluminados no alcanzan a ver, captar o asimilar.
En la obra del maestro Moysén se advierte el color de su sensibilidad aunada a una técnica depurada y libre, que le permitió oscilar desde el realismo no académico, hasta un personal posimpresionismo fuerte y expresivo que pone en sus obras, ya, una personalidad propia que pocos acuarelistas han logrado.
Es valiosa la obra de Moysén porque es personalmente sentida y humana. Es verdaderamente señera si se la enfrenta al análisis: color, composición, indiscutible logro de texturas que traducen de manera vital la contemplación amorosa de lo provinciano en su esencia más pura.